C. jejuni es la causa más común de diarrea bacteriana en los Estados Unidos; anualmente se observan aproximadamente 20 casos por cada 100.000 habitantes. A nivel mundial, la campilobacteriosis es responsable de aproximadamente 5 a 14 % de todos los casos de diarrea. Las infecciones son especialmente frecuentes en los niños de los países en desarrollo, y en los niños y adultos jóvenes de los países desarrollados. Aunque la mayoría de los casos son esporádicos, también se han observado brotes asociados con fuentes como la leche cruda.
Campylobacter jejuni y C. coli se transmiten por vía fecal-oral, se pueden propagar por contacto directo y en fomites, entre ellos el agua y el alimento. Además, C. jejuni se puede encontrar presente en las descargas vaginales, los fetos abortados, y las membranas fetales de las ovejas que abortan. Las carnes con poca cocción, de aves y otros animales, constituyen fuentes de infección para las mascotas y los visones criados comercialmente. Las moscas domésticas pueden actuar como vectores mecánicos. Los humanos se pueden infectar al ingerir carnes con poca cocción de aves y otros animales, leche cruda, almejas crudas, alimentos contaminados o agua no clorada, y después del contacto con ganado o mascotas infectados. Se observan portadores asintomáticos en muchas especies de animales domésticos; los humanos no suelen convertirse en portadores.
En el ganado bovino, ovino y caprino, Campylobacter fetus subespecie fetus se transmite por ingestión. Los animales se pueden infectar después del contacto con las heces, las descargas vaginales, los fetos abortados y las membranas fetales. Este microorganismo y C. fetus subespecie venerealis también se transmiten por vía venérea en el ganado bovino. Las infecciones genitales por C. fetus se pueden diseminar a través de fomites, entre ellos el semen instrumental quirúrgico y las camas contaminadas. Los toros pueden transmitir C. fetus durante varias horas, después de aparearse con una vaca infectada; algunos toros se pueden convertir en portadores permanentes. Las vacas también pueden ser portadoras durante varios años.
Signos Clínicos:
Prácticamente todas las infecciones en los humanos son causadas por una especie, C. jejuni, pero 1 % de las mismas son causadas por otras especies. C. jejuni y ocasionalmente C. coli causan enteritis; la enfermedad varía desde un trastorno gastrointestinal leve que remite dentro de las 24 horas a una colitis recidivante o fulminante. Los signos clínicos pueden incluir diarrea líquida o viscosa, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, dolores de cabeza y musculares. Las heces pueden contener sangre visible u oculta. Los síntomas agudos suelen disminuir a los dos o tres días, y la recuperación generalmente ocurre de manera espontánea en un plazo de una semana a 10 días. Aunque las complicaciones son poco frecuentes, se han observado artritis reactiva, síndrome urémico hemolítico y septicemia. Las complicaciones excepcionales incluyen meningitis, colitis intermitente, colecistitis aguda, hemorragia masiva del tracto gastrointestinal inferior, adenitis mesentérica, apendicitis y síndrome de Guillain-Barré (una forma aguda y rápidamente progresiva de polineuropatía). Se han observado casos de abortos causados por C. jejuni en humanos, pero son poco frecuentes. C. fetus es un patógeno oportunista en los humanos y principalmente causa infecciones sistémicas. Las infecciones tienden a ocurrir en personas con enfermedades debilitantes tales como la diabetes, el cáncer o la cirrosis. Los síntomas intestinales pueden ser leves. La fiebre es el único síntoma constante, pero el dolor abdominal, la esplenomegalia y la hepatomegalia son comunes. También se observan endocarditis subaguda, artritis séptica, meningitis o fiebre de origen desconocido. Las complicaciones pueden incluir endocarditis, pericarditis, neumonía, tromboflebitis, peritonitis o meningoencefalitis
Pruebas diagnósticas:
Para el diagnóstico se utilizan cultivos de las heces o, con menor frecuencia, la sangre. Se puede realizar un diagnóstico presuntivo mediante la detección de la motilidad rápida característica utilizando microscopía de campo oscuro o de contraste de fases. Se pueden observar bacilos Gram negativos curvos o espiralados en preparaciones teñidas por el método de Gram. El diagnóstico definitivo se obtiene mediante el aislamiento del agente causal; no obstante, Campylobacter es frágil y no siempre puede ser identificado. Los medios selectivos o las técnicas de filtración mejoran las posibilidades de aislarla. Se utilizan pruebas bioquímicas, pruebas de antígenos y análisis de endonucleasa de restricción de ADN para la identificación de las especies y las cepas. También se dispone de ensayos en base a la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y ELISA para la detección rápida o la confirmación de los cultivos. En la actualidad, la serología se utiliza únicamente en la investigación.
Tratamiento:
El tratamiento se suele limitar a terapia de reemplazo de líquidos y electrolitos. Ocasionalmente, se administran antibióticos, especialmente si los síntomas son graves o prologados; no obstante, no se ha comprobado su eficacia en las infecciones leves. Las personas con el síndrome de Guillain-Barré suelen requerir cuidados intensivos. Los antibióticos pueden reducir la excreción de los microorganismos infecciosos.
Larson DJ, Wesley IV, Hoffman LJ. Use of oligodeoxy- nucleotide probes to verify Campylobacter jejuni as a cause of bovine abortion. J Vet Diagn Invest 1992;4(3):348-51
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